Editorial 1 de marzo de 2012
En este primer trimestre de 2012, las Chivas Rayadas de Guadalajara dieron dos noticias de contraste; por un lado presentaron a Johan Cruyff, considerado como el cuarto jugador más importante en la historia del futbol, como uno de los artífices de la renovación del equipo que en tan mal estado se encuentra en este torneo de liga. Y por otra, dieron a conocer el veto al periódico Record, por supuestas “publicaciones tendenciosas”.
Días después, los equipos que representan a las universidades se desligaron del comunicado de prensa, inicialmente firmado por los 18 equipos de primera división. Pumas, Tecos y la Autónoma de Nuevo León rechazaron el veto a dicho periódico. Días después, Atlante se les sumó.
Este editorial no es sobre futbol, sino sobre lo que hay de fondo en este veto. ¿Qué tendrían en la cabeza los dirigentes de las Chivas cuando en la segunda década del siglo XXI se les ocurrió hacer una ley para querer callarnos?
Nuestro país no soporta más violaciones a la libertad de expresión. Suficiente tenemos con que las cifras nos arrojen como el lugar más peligroso del mundo para ejercer el periodismo como para echarle más leña al fuego.
Los motivos siguen siendo oscuros, los motivos en este país siguen siendo por dinero. Los motivos, siguen siendo los motivos del lobo.
Óscar Alarcón Travolta