¿Te gustó? ¡Comparte!

Ciudad de México, 29 de diciembre de 2024 (Neotraba)

Insensatos lectores: antes que nada, debo aclarar que este texto lo escribí en septiembre, pero me parece que su contenido es importante. Así pues, les diré que: llevo un tiempo devanándome la corteza cerebral, pensando si el periódico que leo todos los días es Reforma, Metro o Alarma! ¿Recuerdan el Alarma!? Traía las noticias más desconcertantes que he leído y las fotos más descarnadas que cualquiera pudiese sospechar. Ver esas imágenes para un niño de 10 años era algo fascinante.

Me sentía como en esa extraña contradicción que nos produce a los mexicanos enchilarnos. Para quienes nos visiten del exterior o nos los lean en Europa: comer picante es una sensación placentera, pero molesta, una molestia que nos gusta. Es un sudar, sin razón, pero sabroso. Son de esos extraños asuntos que sólo un mexica podría entender.

Regresando al Alarma!: creo que esa cosa había que leerla con el estómago (de preferencia vacío) y no con los ojos. Tenía unos reportajes de terror. Los titulares de la primera plana eran algo más o menos así: “Era muy pobre, lo hizo por piedad”. “Envenena a esposo con ricina”. La pareja vivía en Polanco, pero estaban endeudados con las tarjetas de crédito. Y luego, una fotografía que dibujaba de fondo la cara de un individuo muerto, con los ojos en blanco y la lengua de fuera, y su mujer observando la cámara de frente con una sonrisa perversa.

Y, desde luego que, se preguntará usted, amable damita, gentil caballero, ¿y eso qué tiene que ver con el pozole y las fiestas patrias?, en realidad nada. Lo que sucede es lo siguiente: algunos de ustedes sabrán que existen periódicos que utilizan el eros y el tánatos como estrategia de venta. Es decir, emplean las pulsiones de vida y muerte que poseemos para que las personas se sientan atraídas a su lectura.

En pocas palabras: hay una mujer chichona en la contraportada del diario, luciendo una tanga más delgada que la frontera de México y Guatemala (¿alguna vez han ido?, es de risa, sólo es una pequeña caseta y a veces no hay nadie. Hay más seguridad para entrar a cualquier parque de diversiones que en el límite sur de nuestro país. Pero no hay que distraernos, recuerden: chichona en la parte trasera del periódico) y una cabeza cercenada de un cuerpo en la portada. Eros y tánatos.

Diría el gran Serrat: “la vida y la muerte bordada en la boca”. Toda esta pinshi introducción nomás pa’ decirles que algunas ocasiones, más bien casi siempre, no puedo creer las cosas que veo en las calles y lo que leo en el periódico.

Hablemos de algo que me trae jodido: Culiacán, estado al norte de nuestro país, tan cerca y tan lejos. Me sorprende que la gente ni siquiera sabe qué está pasando y les aseguro que muchos desconocen su ubicación en el mapa. Y las pocas personas que se enteran hacen como que no está pasando nada. Me imagino que las autoridades piensan que, ignorando esa noticia, aquello se convierte en parte de nuestra imaginación colectiva o en un simple comentario de mal gusto.

Seguramente sabrán que EUA capturó, auto-extraditó o secuestró al “Mayo” Zambada, quien se encuentra en la cárcel y será juzgado en breve, por una supuesta traición de uno de los hijos del Chapo, lo que ha desatado una guerra encarnizada en Culiacán por parte de estos dos bandos: los Mayos y los Chapos.

El 15 de septiembre fue uno de los días más sangrientos y conozco a cierto individuo que se la pasó gritando esa noche en Palacio Nacional. La cosa arde. Leamos la primera página del pasado lunes 16 de Reforma: “Van en Sinaloa 36 ejecuciones.” Balaceras, plagios y cierres de negocios. “Provocan escasez”: La guerra entre cárteles y la inacción de la autoridad están provocando escasez de alimentos debido a la falta de entrada de proveedores… hoy después de 5 días de terror e incertidumbre hacen falta víveres básicos para las familias, las tiendas locales no se pueden surtir y piden ayuda…

Me da por pensar que el Gobierno sólo está esperando para ver quién sobrevive, es decir, que se aplique la ley del más fuerte y que se arreglen entre ellos. Valiéndoles harta madre las comunidades afectadas, los niños, las mujeres y cuanto ciudadano se atraviese.

No hay que olvidar que estábamos recuperándonos de la ingesta de pozole, cuando el jueves 20 de septiembre se aprobó otra ley en materia de seguridad. Ahora resulta que la SEDENA tiene facultades absolutas sobre la Guardia Nacional, es decir que, la protección y salvaguarda de nuestra nación ya depende totalmente de los mandos militares. ¿Lo pueden creer?

Me parece que sólo me resta guardar mis conclusiones al respecto y tratar de hacer lo posible por tener una vida digna y ser un hombre libre.

Tengo chingos de manías, una de ellas consiste en leer sólo unas cuantas partes del periódico: la primera página, la sección de deportes, espectáculos y una cosa denominada “Ciudad”, que casi ni veo, lo que sucede es que allí se encuentra el crucigrama y me he vuelto adicto a hacer esas madres. Y, por último, la sección de “Cultura”.

Resulta que si se desprende la primera plana completa y se aparta del resto del diario, cualquiera puede ver que aparece la contraportada y los artículos culturales sobre la misma hoja. No sé si me doy a entender. La plana queda completa con un doblez al centro. El caso es que creo que esto sería el equivalente a la chichona y al cadáver del que les hablaba en un principio, sólo que en Reforma está un poco más velado este asunto.

Lo importante acá es que exactamente el mismo día de los putazos en Sinaloa, cuya noticia aparecía en primera plana, descubro que ¡hay un mariachi italiano!, leyó usted bien, damita, caballero. Se trata de un sujeto que nació en Italia y que se dedicaba a tocar jazz y funk y al parecer ahora se rifa con un tololoche. El mariachi al que se integró se llama “Romatitlán” (se los juro por Dios que me miraaaa, se los digo llorando de raabiaaaa), obviamente el nombre hace alusión al mariachi Vargas de Tecalitán (TE-CA-LI- TLÁN, no Tepatilán, no Tecatitlán, no Tenochtitlán o cómo madres sea que usted le diga).

¿Lo pueden creer? A mí me parece de lo más exótico, por decir lo menos. Es como si nos reuniéramos en Xochimilco y mientras nos estuviéramos rifando unas quecas, viéramos pasar una góndola con un cabrón usando una playerita embadurnada al cuerpo. La playera en cuestión sería a rayas blancas y negras (gordito, moreno y chaparrito porque sería mexicano), se le saldría la pancita por abajo, y de repente ver que el sujeto con pinta de Armando Manzanero comienza a cantar en italiano con un puto vozarrón de tenor como si fuera Pavarotti.

No sé ustedes, pero al menos yo, no encuentro alguna otra manera de explicar este asunto. El individuo del mariachi italiano se llama Diego Martucci, nació en 1981 en la localidad de Anagni, unos 60 kilómetros al sureste de Roma. Conoció a un tipo denominado Pasquini “Mimmo” un italianísimo con una deslumbrante pasión por México. Martucci coincidió en los ensayos del mariachi italiano que Pasquini había fundado. Al año siguiente ya estaba con el mariachi “Romatitlán”.

“Si no lo haces, no lo puedes entender”, refiere el italiano sobre la experiencia de tocar en las filas de la agrupación, a través de la cual dice haber comprendido la esencia de la música: “Llegar a la gente y transmitir emociones que te hagan revivir los recuerdos”. Así lo ha atestiguado cuando toca ante los mexicanos y el público latinoamericano, “quieren ver y escuchar un mariachi que les haga sentir en casa, volver en el tiempo y rememorar preciados recuerdos. Y si los músicos no le echan ganas y no transmiten el verdadero sentimiento, quiere decir que no estás tocando bien y no estás tocando las cuerdas que lleguen hasta lo profundo de su espíritu”.

El inigualable Diego Martucci ha visitado México en tres ocasiones, con sus obligadas visitas a Plaza Garibaldi, catedral del mariachi. Uno de sus mayores anhelos es regresar y tocar con un ensamble aquí “para aprender aún más”.

De lo anterior sólo puedo concluir algo: ¿por qué nos cuesta tanto trabajo mirarnos con ojos extranjeros? ¿por qué desconfiamos de nosotros mismos, de nuestra nación y de las personas que en ella viven? Tenemos una cultura y un país vasto y ancho como nuestra imaginación, lleno de contrastes pero, sobre todo, inundado de sensaciones.

Es verdad que nuestra política es un desastre. Adentrarse en temas de Estado y algunos muchos otros asuntos, es tan complejo como andar sobre arenas movedizas, pero eso no borra la sangre mestiza que llevamos dentro y la espiritualidad que cargamos en las entrañas.

Esto último me orilla a pensar en Nelson Mandela: “Nuestro miedo más profundo no es que seamos inadecuados. Nuestro miedo más profundo es que somos poderosos sin límite. Es nuestra luz, no la oscuridad lo que nos asusta. Nos preguntamos: ¿quién soy yo para ser brillante, precioso, talentoso, fabuloso? En realidad, ¿quién eres tú para no serlo? Eres hijo del Universo. El hecho de jugar a ser pequeño no sirve al mundo. No hay nada iluminador en encogerte para que otras personas cerca de ti no se sientan inseguras. Nacemos para hacer manifiesto la gloria del Universo que está dentro de nosotros. No solamente algunos de nosotros: está dentro de todos y cada uno. Y mientras dejamos lucir nuestra propia luz, inconscientemente damos permiso a otras personas de hacer lo mismo. Y al liberarnos de nuestro miedo, nuestra presencia automáticamente libera a los demás”.

En fin, tómense dos segundos, valiente damita, noctámbulo caballero, respire hondo y profundo. Le dejo acá una pequeña línea pa la reflexión: _____________________________________

Para finalizar quisiera dejarles un poema del legendario Jaime Sabines. Pensemos que está por comenzar un nuevo año y quizás repasar estos versos nos vendría bien:

“SI SOBREVIVES, si persistes, canta, sueña, emborráchate. Es el tiempo del frío: ama, apresúrate. El viento de las horas barre las calles, los caminos. Los árboles esperan tú no esperes, es el tiempo de vivir, el único”.

Y ahora sí ya me voy porque tengo que poner mis barbas a remojar, pues vi las de mi vecino cortar. Se me portan bien, no quiero quejas. Cualquier duda, queja, mentada de madre o sugerencia con esta columna que va del desmadre de Culiacán al orgullo de sentirse mexicano, favor de dejarnos su mensaje, afable damita, sentimental caballero.


Gabriel Duarte. Ciudad de México 1972. Es Licenciado en Mercadotecnia por la Universidad Tecnológica de México. Estudió literatura en SOGEM. Está por publicar su primera novela.


¿Te gustó? ¡Comparte!