Estos poemas tienen un flujo que se toca con lo biográfico, tienen carácter y temperamento. La prosa también nos muestra un personaje cognoscible, vivo y físico, pero, a su vez, esencialmente verbal, nos dice Rossángeli García Ramírez,
Por Rossángeli García Ramírez
Hermosillo, Sonora, 16 de octubre de 2023 (Neotraba)
La lectura de Imperio (CECUT, 2023), libro con el cual la autora obtuvo el Premio Nacional de Poesía Joven Raúl Rincón Meza 2021, sacude las palabras que uno trae dentro. Cada línea reitera con ecos suaves asuntos de raíz humana, los pensamientos y las emociones, con una complejidad decisiva y nítida. Julia Melissa Rivas Hernández (1981) ha compartido un poco sobre el contexto de producción de su obra, [1] señalando que el libro surge de la conexión que experimenta con el lenguaje y la biografía de la escritora brasileña Clarice Lispector, cuyas letras inauguran la obra a modo de epígrafe. Es el desarraigo a una sola realidad lo que Clarice y Julia Melissa comparten, exploran y dialogan mediante este poemario.
Desde el comienzo, advertimos de una tensión entre claros y oscuros, lo cual será palpable en todo el poemario; no sólo en sus temáticas, sino también en el mismo ánimo de la voz poética. El inicio nos habla sobre una espera, la cual será tema recurrente a lo largo del libro. Cada uno de los poemas del primer segmento es breve, sólido y decisivo. Cada uno es un bocado de abstracción que afirma sus propios límites, pero le otorga al lector múltiples posibilidades. La voz asegura no ser ella, únicamente, quien suscita las imágenes. Nos presenta “un oficio riguroso de adivinar lo imaginario”, que es el flujo de conciencia sobre la escritura misma, como proceso, como creación, como forma de vida interior con la que un escritor ha de negociar constantemente.
El segundo apartado, “Casi de verdad”, es título para los siguientes catorce poemas. En ellos se siguen revelando afirmaciones de conceptos contrarios y simétricos:
Esta ciudad es la ausencia donde cada esquina, cada doblar de calles, celosa, aguarda un posible encuentro con lo esperado.
Las figuras retóricas presentan una demanda explícita por la perduración de sensaciones añoradas, y la prosa permite saborear cada sentimiento evocado. Estos poemas tienen un flujo que se toca con lo biográfico, tienen carácter y temperamento. La prosa también nos muestra un personaje cognoscible, vivo y físico, pero, a su vez, esencialmente verbal.
Finalmente, son veinticinco poemas los que conjunta la sección “Saber que se está viviendo”. En ellos prosiguen las reflexiones sobre el lenguaje y la consciencia, pero ahora la voz poética suma una reflexión sobre su misma vida, no en términos de la existencia. Quien enuncia incorpora imágenes muy íntimas bajo la metáfora de una vida de migrante. Clarice y Julia Melissa son viajeras de manera corpórea y especulativa. Quizá por eso el reiterar la cuestión de las horas, lo que marcan, dictan, exigen o dejan pasar. El cierre, a su vez despedida, busca una definición de la propia voz, una aceptación total de lo que a un inicio de la obra se le llamó antonomasia.
A lo largo del poemario puede distinguirse un ritmo que permite reconocer ideas abstractas mediante la reiteración, cuya sintaxis siempre asoma una sorpresa. El universo semántico del texto es circular y, por lo mismo, de una profundidad que se asimila a bocados. Son construcciones sumamente disfrutables gracias a la cadencia de sus tonos y matices:
¿Y si las horas, y si los tiempos, y si los poetas, y si las imágenes del dios fueran vivencias y las vivencias del silencio al que temen los poetas fueran un dios implacable que se hace temer y callar de tanta tribulación?
La parataxis del fragmento previo resulta altamente efectiva para concretar el planteamiento. Es una estructura que aprovecha la ambigüedad para esclarecer los hilos temáticos. El efecto sigue a lo largo de la obra.
En resumen, el poemario Imperio presenta un rico valor estético, intelectual y poético. Se perciben aquellas otredades imaginadas mediante las que el flujo de conciencia de la voz poética se posibilita. Nos muestra experiencias desde la vida femenina que mucho y poco tienen que ver con la cotidianidad. Ante todo, Julia Melissa Rivas Hernández pone a disposición de los lectores una serie de experiencias con y para el lenguaje, que exhiben de una manera sofisticada la intimidad del oficio de escribir.
[1] http://isc.gob.mx/devel/2022/06/30/la-escritora-sonorense-julia-melissa-rivas-gana-el-premio-nacional-de-poesia-joven-raul-rincon-meza/
Rossángeli García Ramírez (Hermosillo, Sonora,1993). Licenciada en Educación Primaria por la Escuela Normal del Estado de Sonora y estudiante de la Maestría en Humanidades en la Universidad de Sonora. Diplomada por la CNDH y beneficiaria del Programa de Actualización de Profesionales del Arte.Su formación en escritura literaria ha sido a través de la Escuela de Escritores del Instituto Sonorense de Cultura. Cuenta con la publicación “En la Bahía”, dentro de la antología En el canto amarillo de la calandria, por parte del taller de Poesía en Prosa de dicha institución.Actualmente es docente particular del idioma inglés y Coordinadora General del Colectivo “Aventurateté”, donde participa como tallerista en temas de educación para la paz a través de diversas formas de expresión artística y de labor social.
