¿Te gustó? ¡Comparte!

Por Óscar Alarcón (@metaoscar)

Puebla, México, 11 de julio de 2020 [01:21 GMT-5] (Neotraba)

Todo mi reconocimiento al trabajo que realizan médicos, enfermeras, fisioterapeutas, recepcionistas, personal de seguridad, personal de limpieza, radiólogos, dentistas, trabajadoras sociales, cocineros de hospitales y más gente en los servicios de salud.

Otro de los trabajos que deberá reconocerse en este 2020 es el de los docentes. Nadie estaba preparado para enfrentar una epidemia que nos trasladaría a las clases en línea y al uso de diversas plataformas.

Mover a todo el sistema educativo de clases presenciales a Zoom, Meet, Teams, auguraba un desequilibrio en el proceso de enseñanza-aprendizaje.

Al inicio del lejano mayo, me preguntaba cómo le estaban haciendo las educadoras de tercero de kínder con sus clases en línea, o mis amigos del doctorado en Literatura: ¿cómo le hicieron para sus disertaciones sobre la obra de los autores del siglo XIX?

Seamos honestos: muchos maestros apenas y teníamos Facebook y éramos renuentes al uso de la tecnología. Algunos no sabíamos cómo se usaba Google Classroom.

El COVID-19 desnudó nuestro analfabetismo tecnológico. Y no sólo a los adultos, también a muchos de los jóvenes, con la ventaja de que las generaciones más recientes son más proclives a adaptarse a distintas interfaces y aprenden en dos días lo que a quienes tienen más de 40 les cuesta hasta dos semanas.

Algunas discusiones de grupos de maestros iban en el tono de “no usen varias plataformas para dar sus clases porque los alumnos se confunden. Escojamos todos hacer videollamadas por Meet”. Ingenuos de nosotros. Ya podíamos ver a los chamacos riéndose del otro lado de la computadora porque el maestro no encontraba dónde darle click para encender el micrófono. En realidad era más fácil pedirle ayuda a uno de ellos para saber cómo debo compartir mi pantalla ¡wooooow! Pueden ver lo que yo tengo en mi computadora… pero, no lo pueden descargar, ¿verdad?

El ciclo escolar 2019-2020 será recordado como un momento atípico para la historia de la educación en nuestro país. El COVID-19 nos vino también a desnudar otra de las realidades que nuestro país sufre desde hace más de medio siglo: un rezago educativo en comparación con las grandes potencias con las que en algún tiempo se nos dio por compararnos. Y aún más: puso de manifiesto que usamos el internet para los chismes en Twitter, para peleas que no resuelven nada en Facebook, pero muy poco para la educación.

En 2019 se rebasaron los 74 millones de usuarios de internet en México, lo que quiere decir que más de la mitad del país tiene acceso a este servicio. Pese a ello es muy difícil encontrar estudiantes que diariamente lean el periódico… quizá también esos medios tradicionales están dando sus últimos pasos y se están transformando en portales de noticias, o revistas u otra cosa que aún no tienen nombre. En unos años el periódico en papel habrá desaparecido.

El COVID-19 nos vino a enseñar que éramos felices en el aula y no lo sabíamos, y que no usábamos el internet tanto como lo usamos ahora, y que tampoco era esencial en la educación. Por eso nos costó tanto trabajo esa transición del aula al aula virtual.

Según el Uso de las tic y actividades por internet en México: impacto de las características sociodemográficas de la población (versión 2019) del Instituto Federal de Telecomunicaciones:

“A nivel nacional, las actividades en Internet con mayor probabilidad de ser realizadas son usar redes sociales (51.2%) y consumir contenidos audiovisuales gratuitos (48.6%). Las actividades con menos probabilidades son realizar ventas (6.2%), operaciones bancarias (9.5%) y compras (12.9%).”

Y basta hacer un comparativo entre las dos tablas siguientes, en una se nos dice el uso del internet en educación y en la otra sobre el uso del internet para consumir contenidos audiovisuales de paga y gratuitos:

Probabilidad de realizar capacitación o educación por internet por entidad federativa. Fuente: IFT con datos de la ENDUTIH 2018.
Probabilidad de realizar capacitación o educación por internet por entidad federativa. Fuente: IFT con datos de la ENDUTIH 2018.
Probabilidad de consumir contenidos audiovisuales de paga y gratuitos por entidad federativa. Fuente: IFT con datos de la ENDUTIH 2018
Probabilidad de consumir contenidos audiovisuales de paga y gratuitos por entidad federativa. Fuente: IFT con datos de la ENDUTIH 2018.

Casi es seguro que en Puebla las clases presenciales para el Ciclo Escolar 2020-2021 se den hasta enero del próximo año. Esto nos hace ver que será necesario nuevamente el uso de las plataformas y es un hecho que se volverán a saturar. Tuvimos tiempo para experimentar 5 meses, habrá que trabajar otros 5 meses más de este modo. Lo que me resta decir es que nunca las clases en línea sustituirán a la experiencia en el aula.

Lo último en Neotraba

  • Disonancia
    Uno de los dos personajes de esta historia se entera que tiene cáncer de colon… ¿Cómo cambia la vida a través de la enfermedad sin victimizarse? Un cuento de Marco Sandoval
  • Entrevista a Jorge Carrión: la novela, desde Cervantes, tiene voluntad de integrarlo todo
    Las huellas es una tetralogía que construye una novela caleidoscópica. Óscar Alarcón charló con un autor cosmopolita, interesado en diversas formas de contar una historia
  • Los expulsados
    Presentamos en exclusiva el Preludio de la nueva novela de Edgar Borges: cuenta la historia de tres niños que huyen de un pueblo para perderse en el territorio de la descolocación, un lugar en donde ocurren hechos inesperados.
  • Así escribo
    Gabriel Duarte escribe sobre un libro donde varios autores expresan sus pulsiones para escribir. Además, reflexiona sobre el uso de la IA
  • Fati
    Fabiola Arellano lee una carta para Fati y se acompaña de una misiva de la tía de Fati: porque no merecía morir de esa forma, porque nadie lo merece. 170 años por lo que no se puede reparar…
  • Los chachareros
    Llegaban los viernes por la tarde a mi local de Balderas, siempre tomados de la mano, ambos eran chachareros, me llevaban lotecitos de libros que conseguían en alguno de los tianguis de la Ciudad de México, lo que les pagaba por libros de literatura y filosofía. Una crónica de Sergio Núñez sobre un par de personajes.
  • Versiones de Babel en la obra de tres autores guanajuatenses de la Generación del Cincuenta
    Con este ensayo, Edgard Cardoza Bravo recuerda a los poetas guanajuatenses: Rolando Álvarez, Eugenio Mancera y Gerardo Sánchez
  • Cómo me hice amigo de un rockstar
    Yo sé que dentro de cada papá vive un niño, que lleva a sus hijos a mis conciertos. También a esos niños les canto. Una crónica sobre Juan Monedita, por Luis Dinorín
  • Lector a domicilio
    ¿Cometió una infracción vial? Deténgase al amparo de un libro, léalo en voz alta y saldrá de su multa, como lo hace Eduardo, el protagonista de Lector a domicilio del escritor Fabio Morábito que ha inspirado un programa de la Ciudad de México para pagar sanciones de tránsito de esta forma. La columna de Gabriel Duarte.
¿Te gustó? ¡Comparte!