Por Rolando Roque.
“Iván García es un breve resquicio de honestidad, con él la música y la poesía se guarda en el umbral de la cofradía de los perdidos”.
26/02/13 Puebla, Puebla. En palabras del escritor Ricardo Cartas, “Iván García es un demiurgo maldito que señala el fondo de las almas que deambulan buscando el color y que solo encuentran la miseria del sueño malbaratado en comerciales televisivos. Cada línea, cada acorde es una detonación que nos hace recordar cuál es el armado del ser humano: despojo, herrumbre, soledad, banqueta, crueldad: vida que pende de la última gota de alcohol Iván García es un breve resquicio de honestidad, con él la música y la poesía se guarda en el umbral de la cofradía de los perdidos.”
Rolando Roque: ¿Cuál es la línea argumentativa de los temas?
Iván García: Probablemente existe un punto de creación de las canciones, pero no podría decir que existe una única línea argumentativa en ellas.
Quizás sí existe algo que les es común, y se trata de lo que se siente. La tendencia depresiva, la gran capacidad de un cuerpo para tocar el extremo bajo del ser. Eso probablemente sea algo que sí se puede hallar en ellas; la posibilidad oscura de una letra que es desgarrada.
Ahora bien, existe un escenario detrás de cada uno de los dos materiales discográficos que he hecho, por ejemplo, en “Descripción del Miedo”, la ciudad encierra a cada una de las canciones, las crea y no se puede entender a una sin la otra, en cambio, “Espantapájaros” es una creación distinta, debido a que la ciudad ya no es el personaje principal, sino únicamente el contenedor de una hiperrealidad.
RR: ¿Qué tema es representativo de Iván García y los Yonkis?
IG: Es posible que no exista una canción que pueda representarnos totalmente, pues cada una conforma momentos distintos durante el tiempo que llevamos juntos.
Sobre el álbum Espantapájaros, es una producción que intenta fusionar los dos géneros de donde provengo, el folk y el new wave, por lo tanto, las canciones son ejecutadas, en su mayoría, por una guitarra acústica y un sintetizador.
El disco está conformado por trece canciones, de las cuales, cuatro están instrumentadas por los Yonkis y en dos pistas, la intervención de Leticia Servín y Phito Torres. El arte del disco fue creado por el ilustrador Fernando Reséndiz. Es un trabajo lúgubre con muchas referencias literarias como Poe, Kafka o hasta el poeta infrarealista Edgar Altamirano, también aparecen personajes del ambiente oscuro como Bela Lugosi y Peter Murphy.
Este “engendro” llamado “Espantapájaros” proviene de noches al borde del abismo, de paseos con la mirada al suelo o incluso al cielo pero nunca hacia adelante, es visceral, inhóspito, suicida, raro, fúnebre, nostálgico… No apto para optimistas inclementes.