Después de China, en Italia, su zona norte primero y luego todo el país, se ordena el encierro; en España sucede lo mismo, en Madrid y Barcelona toda la actividad social-cultural desaparece en un abrir y cerrar de párpados, la población ya no está en las calles; lo mismo pasa en Lisboa, Portugal y en Lyon, Francia.
Pascual Borzelli Iglesias / Óscar Alarcón (@metaoscar)
Puebla, México, 28 de marzo de 2020 (Neotraba)
Después de China, en Italia, su zona norte primero y luego todo el país, se ordena el encierro; en España sucede lo mismo, en Madrid y Barcelona toda la actividad social-cultural desaparece en un abrir y cerrar de párpados, la población ya no está en las calles; lo mismo pasa en Lisboa, Portugal y en Lyon, Francia.
Cierran primero los centros culturales, le siguen los educativos y luego casi todo lo demás que no sea esencial para la vida. Se cierran las fronteras, se cancelan vuelos y demás transportes se paralizan, salvo los vitales.
De Europa y Asia llegan a América, donde en forma inicial se niega o minimiza el peligro del coronavirus. De África no se tienen noticias, no porque no existan contagios sino más parece tratarse de un caso en el que se ignora a las naciones con índices de pobreza más altos. Las escasas notas que aparecen son meramente informativas. En Oceanía los casos se están controlando.
En muchas de las ciudades hay compras de pánico, desaparición de productos de higiene y de protección (gel, jabón, cubrebocas y guantes).
Los estudiantes que se encuentran de intercambio en países europeos reportan el confinamiento que los gobiernos han adoptado. Las multas en España pueden llegar hasta los 600 mil euros por romper el confinamiento.
El presidente de los Estados Unidos de América no le da importancia primero, comienza a actuar soltando dinero sin ninguna otra medida que, conforme pasan los días y dada la magnitud de la realidad, cambia. Al inicio son los condados y alcaldías de California, luego otros estados y finalmente todo el país.
Panamá decreta el toque de queda de las 9 de la noche a las 5 de la madrugada, lo mismo sucede en otras naciones de Centro y Sur América. Algunos países, los más pequeños y débiles reaccionan en apoyo a la población y decretan medidas económicas que alivien un poco los efectos que provoca la enfermedad.
El coronavirus, COVID-19, se encuentra en casi la totalidad de las naciones reconocidas por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
En México, en voz del presidente, se afirma que la voluntad y la cultura de los mexicanos son fuertes y vencerán a la adversidad que provoca el virus; lentamente se reacciona ante la proximidad del peligro.
Del 14 de marzo, primer anuncio de suspensión de actividades escolares al día de hoy, transcurrieron 14 jornadas que no se aprovecharon para preparar a la sociedad a lo que se enfrentará, lo que se vivió fue la terquedad ante lo inminente: afirmaciones de que el presidente “es una fuerza moral y no de contagio del coronavirus, porque goza de buena salud”; que él no suspendería las giras por el país, tampoco el contacto con la población, ni los saludos, abrazos, ni los besos. Todo en franca contradicción con las recomendaciones sanitarias de aislamiento y que hoy llaman “sana distancia”. Incluso con un personaje de caricatura llamada Susana Distancia, que se presentó el viernes 20 de marzo.
Los consejos de lavarse y utilizar productos desinfectantes en las manos, en la capital y sus alrededores, donde se encuentran varias decenas de millones de habitantes, uno de cada 4 mexicanos, no son posibles porque no existe el vital líquido, no se encuentran los productos sanitarios, muchos se agotaron, y son muy caros para la mayoría de la población.
Hoy en México cerca del 50 por ciento de su población no tiene agua en sus domicilios y se preguntan cómo cumplirán con la recomendación de las autoridades de salud de lavarse las manos, primera frontera contra el temido virus.
En muchas de las principales ciudades de Europa y América se aconsejó, y luego ordenó, a la población que permanezca en su domicilio, sólo se permite la salida por alimentos, medicamentos o de apoyo a sus mascotas, siempre y cuando sea una sola persona. Se sancionará a quien viole la restricción con multas económicas y cárcel. En México el permanecer en casa, todavía, es voluntario.
Con información y fotografías de nuestros corresponsales en Italia, España, Francia, Portugal y EUA.
