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Desde la frontera con Elisyum, 4 de febrero de 2025 (Neotraba)

“Escuchar voces en nuestra cabeza no debe de darnos miedo,

a lo que debemos de temer, es a su ausencia”

Naomi Klein

Cuando Naomi Klein publicó su libro No Logo, editado por Knopf en el año dos mil –dos años después Paidós lo publico en español– para muchos que estábamos metidos en el activismo desde hacía ya algunos años, nos pareció que ponía en texto lo que llevábamos haciendo en contra de las corporaciones transnacionales: evidenciar a las marcas y sus impactos en la justicia y los derechos humanos. Al final éramos parte de una generación con la que el capitalismo neoliberal experimentaba sobre la idea de las marcas, como sello de productos a consumir –somos la generación del Just Do IT, la chispa de la vida y el Piensa Globalmente y Actúa Local– incluso disfrazando y empaquetando nuestras inconformidades, la música, los textos, las ideas estaban a la venta al mejor postor.

No logo de Naomi Klein
No logo de Naomi Klein

En No Logo, Naomi definía muchas de las demandas que desde el Movimiento por la Justicia Global estábamos exigiendo, incluidos los boicot a empresas que señalaba como responsable de muchos de los impactos a la justicia, los derechos humanos y la naturaleza; por lo tanto era un libro de lectura obligada y que con el paso de los años, afortunada o lamentablemente se convirtió en marca, no siempre apoyada por la autora, pero la frase NO LOGO, estuvo por muchas partes, desde stickers hasta “negocios alternativos”.

En pocos años, Klein se fue convirtiendo en una voz de resistencia contra muchas de las problemáticas relacionadas con la evolución del capitalismo y los impactos que este iba dejando a su alrededor. Su libro La doctrina del Shock, se convirtió en un referente de como actúa el capitalismo ante las catástrofes que azotan a una ciudad después del paso de un fenómeno natural. Con Esto lo cambia todo, se centró en los impactos de la crisis climática que es el tema en el que más tiempo estuvo denunciando los daños del sistema. Lo mismo con Decir no, no basta con el que coquetea descaradamente con el Green New Deal como la única alternativa a la crisis climática, aunque menciona otras opciones. Aquí fue desde donde continúe leyéndola e incluso participando en algunos eventos en conjunto. Aunque a veces no había coincidencias, continuaba leyendo sus textos y escuchando sus participaciones. No estaba de acuerdo con su condescendencia típica de los activistas del Norte Global, pero la respeto por sus ideas anticapitalistas.

Su relación con el Green New Deal y todo el colonialismo climático, fue algo que me distanció de sus lecturas, al final al igual que muchos activistas climáticos, especialmente del Norte Global o con relación con ONGs de esa región geopolítica apostaban –y lo siguen haciendo– por el mal menor. Ahí no solo no coincidimos, sino que en lo personal me pareció que sus artículos –que continúe leyendo– pecaban de ingenuidad y un optimismo muy peligroso.

En pandemia su producción de artículos y columnas disminuyó considerablemente y lo que publicaba estaba más centrado en el tema del COVID, más que en sus otros temas, incluso me topé con declaraciones de segunda mano que la mostraban como una conspiranoica. Debo confesar que, si en un primer momento no cuestione la posibilidad que fuera cierto muchos de las ideas erróneas sobre el virus, fue influenciado por mi lectura sobre su apoyo al GND, lo cual fue un error de mi parte, pues al investigar más, descubrí que mucho de lo que le achacaban a ella, lo había dicho Naomi Wolf, una activista/periodista que en los ochenta publicó un libro que iniciaba la tercera ola del feminismo, llamado El Mito de la Belleza. Naomi Wolf sí se convirtió en una conspiranoica a la cual era difícil de creerle y por alguna extraña razón, en las redes sociales comenzaron a atribuir muchas de sus declaraciones a Klein, la cual al final documentó lo que estaba pasando para escribir un libro mucho más completo –y complejo– sobre los distintos avatares que construimos en el mundo virtual e irreal de las mal llamadas redes sociales.

Doppelganger: un viaje al mundo del espejo, publicado en español por Paidós, es una revisión sobre el cómo las mal llamadas redes sociales nos han llevado a crear personajes o avatares que, si bien somos nosotros mismos, estos avatares responden a las reacciones de los seguidores –y de los posibles seguidores– lo cual nos va convirtiendo en marcas, en un producto a vender, aunque el precio sea meramente un like, un corazón o una vista. Esto lo hace tomando como base las confusiones que se dieron con respecto a la interacción y las declaraciones de Naomi Wolf atribuidas a ella. Todo hizo que Klein comenzará a reflexionar sobre el concepto del Doppelganger y como diversos autores tanto ensayistas como novelistas y/o cuentistas le han ido dando forma con el paso del tiempo. Aquí Naomi Klein le va dando otro sentido, lo va revistiendo de lo que vivimos en la actualidad hasta usarlo como el referente de lo que hacemos en el día a día en las redes sociales.

Quiénes somos, cómo nos comportamos está influenciado directamente por las plataformas de las mal llamadas redes sociales que activamos. Tenemos un avatar con una personalidad diferente para cada una de ellas y de la misma forma interactuamos con los otros avatares. Tenemos un Doppelganger para cada una de ellas y aunque cuando nos miramos en el espejo somos los mismos, esto se modifica a la hora de interactuar.

Esto lo cambia todo de Naomi Klein
Esto lo cambia todo de Naomi Klein

Entre muchos de los puntos que plantea el libro en sus casi cuatrocientas páginas, es justamente como nos estamos convirtiendo en marcas –algo en lo que luchamos por muchos años– y donde el capitalismo de plataforma ganó la batalla. Como marcas necesitamos alimentarlas, actualizarlas, darle al público lo que necesita y pide o lo que nosotros creemos que generará más polémica y por lo tanto tráfico en Internet y las redes. Aquí perdemos de vista lo real, lo colectivo. Hablamos de la crisis climática desde una perspectiva intangible, no vemos la problemática sino como un trendig, una nota en un muro, pero no como una realidad. Leemos sobre los impactos socio-ambientales de la Inteligencia Artificial mientras le pedimos a Chat GPT que nos diga las principales formas de relacionarnos con alguien. Esto ni siquiera para ponerlo en práctica, sino para publicarlo en nuestras “redes” y conseguir atención. Es nuestro Doppelganger tomando el control de nuestras vidas.

Doppelganger: un viaje al mundo del espejo, es un libro que nos enfrenta con esos avatares que actúan por nosotros, con el objetivo de conseguir una atención efímera, una idea errónea de quienes somos como personas convirtiéndonos en marcas, en productos no muy distintos a lo que vende el capitalismo, lo cual cambia por completo la relación de lo colectivo con lo individual y de lo personal con la realidad, así el sistema sigue avanzando a su mutación más voraz y criminal, donde las voces de la derecha más reaccionaria y conservadora se funde con los discursos más radicales y los filtros personales comienza a perderse, entre la confusión sobre si lo dijo Wolf, lo dijo Klein o si Trump y Milei son distintos a Sheimbaum o Macron.


Jorge Tadeo. Imagen tomada sin permiso de su cuenta de FB

Jorge Tadeo Vargas

Sobreviviente de Ankh-Morpork, activista, escritor, traductor, anarquista, pero sobre todo panadero casero y padre de Ximena. Desde hace años construye una caja de herramientas para sobrevivir.

A veces viaja a Mundodisco.


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