10 taquitos con todo para llevar: Carlos Sánchez.

Por Óscar Alarcón / Luis J. L. Chigo

Puebla, México, 3 de enero de 2020 (Neotraba)

10 taquitos con todo para llevar, es una nueva sección en Neotraba. Se trata de una entrevista rápida, divertida y coqueta. Las preguntas buscan mostrar otra cara de los creadores entrevistados. Es un ejercicio lúdico e irreverente. El primer cuestionario lo responde Carlos Sánchez (Hermosillo, Sonora, 1970), ganador del Concurso de Libro Sonorense en dos ocasiones, por las crónicas de Matar y los cuentos Hazlo por mi corazón. Ha publicado Linderos alucinados (2008), De efe (2006), Señales versos (2007), Desierto danza (2007), Aves de paso (2010), Puro barrio (2010), Matar (2011), La ciudad del soul (2015), Entrevista con el poeta (2018).

1. ¿Cómo se titula el primer libro que publicaste y de qué trata?

Linderos alucinados. Es un libro de crónicas que rescata historias de personajes del barrio, su vida efímera, la delincuencia, el pasón, el suicidio. Mi padre alcohólico y la ciudad donde habitan los nacidos para perder.

2. ¿Si no fueras escritor a qué te hubiera gustado dedicarte?

Hacer teatro. El escenario y su lenguaje, esa interacción de personas que en un espacio proponen las obsesiones e ideas de un dramaturgo, me parece tan fenomenal. Podría saber que deseo morir allí.

3. ¿Qué fue lo último que soñaste?

Recurrentemente sueño a mi padre briago, su estado sempiterno. Lo veo empinarse la botella y soltar palabras llenas de poesía. Su sabiduría desde la vagancia fue el mayor de los legados que pudo darnos a mi hermano y a mí. Luego lo miro extraviarse otra vez en el viento que es su tumba.

4. ¿Qué opinas de la ciudad donde vives?

Es una ciudad afable, llena de sol y gente que escucha música en las banquetas de sus casas. Es una ciudad donde los levantones y desaparecidos cada vez aumentan la estadística. Es una ciudad donde la fonética de su lenguaje me reitera la idiosincrasia y la rudeza que somos, de dónde venimos, pero no sé, ni quiero saber, a donde voy.

5. Descríbenos de qué son los mejores tacos de Hermosillo.

Si son para un amanecer de aliento alcohólico y dosificar la cruda, existen los tacos de cabeza de los chinos Ung: sublimes, lo agradece el estómago. Si son para la cena, están los tacos de asada en sus diversas presentaciones: lorenzas, has, carne roja y carne al pastor. O bien las costillitas, tripitas de leche. Ufa, mi loco.

6. ¿Alguna vez viste un fantasma, cómo fue?

Creo que soy los fantasmas que me habitan. Y de manera extraordinaria una vez conversé con muertos en la casa de Rafa, un compa de Cananea. Sutilmente ellos me convidaron a abandonar la recámara. Esto se incendiará, me dijeron. Salí con el alma en la mano y agarrado de los calzones. Antes del último portazo, Rafa, mi compa, me advirtió con sonora carcajada: Son los muertos de esta casa. No paré de caminar hasta encontrar un albergue para mi temor.

7. ¿Te interesa algún deporte o has practicado alguno?

El futbol nos salvó la vida. En marginación (historia casi obligada en el barrio) fuimos felices detrás de un balón. La identidad nos reveló nuestro sentido de pertenencia. Armamos un equipo, fuimos los mejores, el Mula metió un gol de media cancha, luego levantamos el trofeo, bailamos en el barrio, las porristas señoras amas de casa, pilares de familias, nos regalaron tacos de carne asada y cerveza. No podía haber acto más trascendente que jugar con el equipo del barrio: La hacienda de la flor.

8. ¿Te pegaron alguna vez con la chancla?

Y con la mano, con cinturones, con palos, con piedras, con cables, con mangueras, con palabras, con desprecio, con indiferencia.

9. ¿El jugo con o sin popote?

Si es albur, prefiero el arroz.

10. Si te encontraras con un extraterrestre, ¿qué le dirías?

¿Jugamos a los espadazos?