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Exámenes. Foto Óscar Alarcón
Exámenes. Foto Óscar Alarcón

 

Por Rebecca Durán

 

Hay situaciones que nunca se superan, y más cuando se repiten cada 2 meses.

 

La semana de exámenes fue una pesadilla, peor que esa en donde llegó sin una calceta y con uniforme a la prepa. Ya sé, ya sé, hablo constantemente de ésta, pero deben de entender: consume el 90% de mi vida —el otro 10% lo dejo para peleas con mi mamá, indiferencia de parte del tipo que me gusta y la depilación de mi ceja—.

Por ejemplo, estos últimos días, me fui hasta las 5 de la tarde por hacer una catrina para la materia de artes, y déjenme decirles que mi equipo es una maravilla porque quedó PRE-CIO-SA.

 

Pero bueno, el punto no ese. Dirán que estoy loca, que soy desorganizada y cosas por el estilo, peeeero sigo traumada con la semana de exámenes. Me quedó un mal sabor de boca, un nudo en el estómago, un tic en el ojo y eso que ¡ya han pasado 4 semanas!

 

 

Pero yo sigo teniendo pesadillas en donde el examen de mate se junta con el de biología, empiezan a perseguirme, en eso sale el examen teórico de cultura física, me toma de los brazos y entre los 3 me golpean y me dejan un 5 marcado en la frente.

 

 

Es que esa semana y la anterior a esa, fue una verdadera locura. Tenía (tengo) más proyectos atrasados que metas en la vida, y literal, hacía mis tareas llorando por la preocupación de no sacar un promedio de nueve y por consecuencia me obligaran a salirme del taller de cuento —que debo decir que es lo que más me gusta de ir los viernes a la escuela—.

 

Desde el domingo me subía a dormir a la 1 de la mañana, estudié muchísimo (ajá) e intenté retener la mayor parte de información. Bueno, lo cierto es que para 3 exámenes —no digo cuales por miedo a represalias— estudié 15 minutos antes. Aclaro que no fue por floja, pero es que en la prepa ponen dos o tres exámenes por día, y le di prioridad a esas materias en donde sabía que no tendría completo el porcentaje de tareas.

 

Si las demás materias son pequeñas sacudidas, matemáticas es el temblor (la frase la saqué de una página en Tumblr). Mate fue el último examen, y una noche antes estaba intentando terminar el problemario que me daba el derecho a examen. Fue horrible porque no sabía cómo hacer los ejercicios, hasta que uno de mis compañeritos me habló como a las 12 de la noche y me explicó. Ya sé, súper lindo. El viernes llegué al examen con la mejor actitud del mundo, y sí amiguitos, lo pase con 6. ¡Yeeeei!

 

Hay cosas que te marcan para siempre, la semana de exámenes es una de ellas, y lo malo es que la tengo que vivir cada 2 meses. Pero bueno, ya me dieron calificaciones: no tengo salud mental, un sueño tranquilo, vida social, ni novio, peeeero tengo un promedio de 9 y muchos cuentitos para llevar al taller, y eso está bonito, y estoy bien.

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