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Julieta Fierro. Imagen cortesía de Rosa Borrás. Manipulación digital por Cyanuro.
Julieta Fierro. Imagen cortesía de Rosa Borrás. Manipulación digital por Cyanuro.

Mientras más leo sobre esta mujer, más me fascina. Julieta Fierro transmite entusiasmo, asombro y alegría. Escucharla y leerla es un placer, hace que a una le den ganas de ponerse a bailar con ella en la Luna.

Julieta nació en la Ciudad de México, el 24 de febrero de 1948. Creció en una familia numerosa, con un padre al que le gustaban los libros y que una noche, según cuenta la propia Julieta, la despertó para ver un cometa: “me acuerdo que fue maravilloso ver aquella estrella brillantísima con la cola”. Asistió a una escuela francesa y lo que más le gustaba eran las matemáticas. Desde muy joven pensó dedicarse a la ciencia pues cuando tenía 14 años murió su madre, y su padre les encargó a ella y sus hermanas el cuidado de los hermanos menores. Fue entonces que decidió que era mejor estudiar que cuidar niños, a pesar de que cuando era pequeña quería ser trapecista y tener una familia numerosa.

En una entrevista de las tantas que le han hecho nos comenta “a mi me vino la rebelión absoluta y yo dije: ¡no me voy a dejar nunca! Y tuve suerte, porque cuando iba a entrar a la universidad (la UNAM) empezó el movimiento estudiantil del 68. Para mi fue mi propia revolución, mi momento de libertad.”

La pasión de Julieta Fierro es la astronomía y la divulgación de la ciencia. Estudió Física en la UNAM y luego astrofísica. Nos cuenta: “yo estaba en la facultad de ciencias, estudiando física, y vi un letrero equivocado que decía ‘carrera de astrónomo’ y pensé: ¡eso debe ser lo máximo! y, efectivamente, tomé dos materias de astrofísica ese semestre, las dos fueron clases extraordinarias y quedé cautivada por el universo. Hasta la fecha sigo en ese amor inmenso por entender qué es lo que hay más allá.”

Julieta tiene una visión integral de la vida, pues considera que la astronomía abarca todos sus ámbitos porque “Su objeto de estudio es el Universo. Es decir, es todo: el tiempo, el espacio, la materia, la energía. Y todas las ciencias están conectadas con ella. La Astronomía es la física que conocemos en la Tierra, aplicada a nuestro Universo. La Astronomía es la ciencia multidisciplinaria por excelencia. ¿Uno quiere saber de historia? Pues la historia de la Astronomía, como es la ciencia más antigua, nos habla del desarrollo de las ideas. ¿Uno quiere saber de geografía? Pues la astronomía nos habla de la formación de los objetos celestes. La geología se aplica no sólo a la Tierra sino al resto del Universo. A todos los planetas rocosos. Si uno quiere saber matemáticas, pues las matemáticas son una herramienta fundamental como en cualquier ciencia.” Ella extiende esa visión a su entorno más próximo, es amante de la danza y del arte en general, y está convencida de que la divulgación de la ciencia es más fácil y más accesible cuando se hace a través de las expresiones artísticas.

A lo largo de su vida profesional, Julieta Fierro ha recibido muchos premios, menciones y reconocimientos. Hay bibliotecas, laboratorios, planetarios y sociedades astronómicas, una medalla (presea) y tres escuelas en México que llevan su nombre. Ella está orgullosa de ello, sin embargo comenta, con auténtica modestia: “Cada premio me sorprende, me impresiona que un grupo de personas se pongan de acuerdo para honrarme, sin que yo haga absolutamente nada.” Este absolutamente nada incluye haber escrito 40 libros tanto de astronomía como de divulgación de la ciencia, ser maestra durante más de 40 años, haber escrito decenas de artículos, participar en cientos de programas de radio, dictar un sinnúmero de conferencias, y en fin, dedicar su vida a la ciencia, la astronomía y su divulgación.

Julieta Fierro. Imagen cortesía de Rosa Borrás.
Julieta Fierro. Imagen cortesía de Rosa Borrás.

Julieta tiene ahora 64 años, y a los más jóvenes que ella quizá nos parece que ser astrónoma es una actividad que está al alcance de todos y todas; sin embargo, cuando ella estudió esto no era así, y la cito aquí  explicando que en muchos cursos yo era la única mujer. En la astronomía siempre ha habido mujeres y para muchas ha sido una lucha muy difícil porque, por ejemplo, antes no podían ir a los observatorios porque ¡cómo, se trabaja de noche!  y además, ¡no hay baños para mujeres! pero esas conquistas las hemos ido logrando lentamente y ahora las mujeres pueden ser científicas”.

Y de hecho, aun hay muchos lugares en los que la educación está restringida o prohibida para las mujeres. Julieta nos relata un par de experiencias a las que se enfrentó en éste respecto: “cuando fui a defender la oscuridad de los cielos en las Naciones Unidas, los señores árabes se ponían un papel delante, para no verme. Cuando estuve en Jordania, propuse que las niñas vayan a la escuela, porque si la mamá no es lista y le pone retos al niño desde chiquito, éste nunca va a ser científico. Pero en el programa del congreso ni siquiera apareció mi nombre. Yo dormía en un cuarto aparte, en la universidad, con una señora que trajeron de Turquía a cuidarme. Y de regalo me trajeron una bandeja de plata con dos rollos de papel de baño.”

Julieta comparte la pasión que siente por la astronomía y el universo  a través de todo su trabajo, pero principalmente a través de su papel como divulgadora de la ciencia. Ella dice que es buena en eso y “es rico ser bueno en lo que una hace”, y explica por qué decidió dedicarse a ello: “yo entraba a la biblioteca del instituto de astronomía y me dolía pensar que el conocimiento estaba encerrado en los libros y que la gente no sabía de esas maravillas, y fue desde entonces que me vino el gusanito de la divulgación.”

Recientemente ha hecho más evidente su interés en la multidisciplina como medio de divulgación y ha incorporado al grupo de ballet Fase Danza a sus conferencias y presentaciones, que son ya de por sí interactivas e involucran la participación del público. En el Año Internacional de la Astronomía 2009, hizo componer un mambo dedicado a Galileo, que llamó “Y sin embargo se mueve”, y que bailó junto a sus “mamberas” en el Zócalo, en la Plaza de Tlatelolco, en las prepas y adonde la invitaran a hablar y compartir sus conocimientos.

Me emociona que la gente sea apasionada, que ame la vida y el trabajo al que se dedica. Julieta es una de esas personas y dice “la astronomía es mi vida, me encanta tener una profesión donde se valga vivir en la luna, me encanta vagar entre las estrellas y los cometas y las galaxias. Mi vida es el universo.” Y responde, cuando le preguntan qué le queda por hacer, “me queda hacer todo, porque he notado que la vida evoluciona y una tiene que evolucionar con la vida”

Por su tenacidad, su pasión, su amor por el universo y por la vida, por su honestidad y su optimismo, por su capacidad para combinar la maternidad y el amor con su vida profesional, Julieta Fierro es una de mis mujeres favoritas, y los invito a que la conozcan más a través de su blog, sus varias publicaciones y los videos que se encuentran en youtube. Es realmente un placer escucharla y con la energía que transmite, reforzar la idea de que, a pesar de todo, la vida vale la pena.

Julieta Fierro. Imagen cortesía de Rosa Borrás.
Julieta Fierro. Imagen cortesía de Rosa Borrás.

Las citas y fotografías de este artículo han sido tomadas de varias fuentes que enlisto a continuación:

http://astronomajulieta.blogspot.mx/

http://www.astroscu.unam.mx/~julieta/

Julieta Fierro, astrónoma e investigadora, Yaiza Santos, Letras Libres, Septiembre 3, 2009

http://www.clublectores.com/entrevistas/Julieta_Fierro.htm Artículo de Susana Garduño

https://www.facebook.com/FaseDanza

https://www.facebook.com/pages/Julieta-Fierro-Astr%C3%B3noma/136577656409530

http://www.youtube.com/watch?v=p2eIbKGLYsY&feature=related

 

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